El volumen de operaciones digitales y el comercio electrónico han sido protagonistas en términos de comercio y distribución los últimos años por tres razones: crecimiento exponencial, consolidación como favorito entre los latinoamericanos y la penetración del uso de la tecnología en todas las esferas de la vida – todos estamos conectados pero no bancarizados.

¿Qué debemos tener en cuenta?

Hoy Latinoamérica es el hogar de aproximadamente 300 millones de compradores digitales, una cifra que Statista prevé que crezca más del 20% de cara a 2025. Además, se espera que las ventas minoristas en línea alcancen aproximadamente los 160.000 millones en 2025. En 2022 Argentina fue el mercado latinoamericano de mayor crecimiento en el año, con un aumento del 25,3% y se posicionó quinto a nivel global. Según datos de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), durante el 2022, el eCommerce creció un 73% respecto al año anterior y los ingresos por ventas electrónicas se ubicaron en 117.240 millones de pesos.

De la mano del sector eCommerce, las Fintech vienen acompañando este crecimiento a la par, así como también la banca abierta, las transacciones digitales, las billeteras digitales y los Neobancos, que sin duda son el futuro del ecosistema digital financiero. Por esto creemos que es sumamente relevante trabajar en el desarrollo sostenido del canal online, para lo que se requiere trazar una estrategia sólida y contar con los proveedores adecuados, creciendo acompañando la demanda, teniendo en cuenta las necesidades del nuevo consumidor, ofreciendo servicios fáciles y seguros de utilizar que sumen positivamente a la experiencia de compra online.

El porcentaje de latinoamericanos con una cuenta pasó de 39% a 73% entre 2011 y 2021, según el Global Findex del Banco Mundial. Sin dudas, eso se traduce en mayor inclusión financiera e impulsa la innovación en las finanzas y la industria de los negocios digitales.

Entre los pagos alternativos de más rápido crecimiento se encuentran soluciones como las transferencias instantáneas, las wallets e incluso el ya posicionado Buy Now Pay Later, perfilándose como tendencias para este 2023 y que muy seguramente revolucionarán el ecosistema digital financiero.

Muchas empresas optan por utilizar pasarelas de pago que integren multiplicidad de métodos y que ofrezcan una experiencia fluida y segura. Además, ayudan a reducir el fraude y fortalecer las medidas de seguridad. Los beneficios se traducen tanto para el cliente interno como para el consumidor final.

Trabajar en mantener los más altos estándares de seguridad debe ser un compromiso de todas las organizaciones vinculantes y es nuestra labor concientizar en las mejores prácticas. La certificación PCI-DSS es la establecida por las cinco principales redes de tarjetas (Visa, MasterCard, American Express, Discover Card y JCB), esta norma tiene por objetivo reducir el uso fraudulento de los métodos de pago. Los requisitos para obtener esta certificación son estrictos, pero esenciales para garantizar un nivel máximo de seguridad y fiabilidad.

Otros estándares de seguridad disponibles en el mercado y que en muchos países ya son requisito fundamental es 3D Secure, que busca prevenir el fraude por uso de tarjetas en plataformas online por una persona distinta a su titular, pues con la autenticación de doble factor y la verificación previa sobre la identidad del portador, se realizan diversos controles de seguridad antes de dar como aprobada la transacción.

La seguridad este año irá evolucionando no solo vinculada a 3DS, sino también de la mano de los nuevos estándares de tokenización que proveen nuevas formas de encriptación de datos sensibles del comprador. Todos estos cambios reducen diversas problemáticas conocidas hasta el momento y ofrecen más opciones para los comercios.

 

Fuente: America Retail

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