La macaúba, nativa del Cerrado brasileño, se vislumbra como una fuente pionera de biocombustibles para la aviación, respaldada por una inversión de 2.500 millones de dólares para su producción a gran escala en Brasil.
Acelen Renewables reveló en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) en Dubái su ambiciosa inversión millonaria en un proyecto de combustibles renovables para la aviación.
La meta es desarrollar combustibles aéreos sostenibles y diésel renovable, con el propósito de disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 80 % en comparación con los combustibles fósiles convencionales utilizados en el transporte aéreo.
Acelen Renewables, respaldada por Mubadala Capital, el brazo de inversiones del fondo soberano de Abu Dhabi, tiene un ambicioso plan que abarca la producción anual de 1.000 millones de litros de gasóleo renovable y combustible de aviación sostenible.
La elección de la macaúba, una planta nativa de Brasil y presente en países vecinos, se justifica por su destacado rendimiento por hectárea, eficiencia en el uso de agua y nutrientes, así como su capacidad para adaptarse a diversos ecosistemas.
Brasil aspira a posicionarse como líder global en energías renovables, capitalizando su extenso potencial en energía solar y eólica, además de incursionar en la producción de hidrógeno verde mediante recursos como el etanol, y ahora, con el biocombustible derivado de la macaúba.
”Este proyecto ya es una realidad, en fase avanzada de ingeniería y sus estudios para implementar la agricultura a gran escala”, con producción a partir del segundo semestre de 2026, destacó en la COP28 Luiz de Mendonça, consejero delegado de Acelen Renewables.
Con un enfoque en la recuperación de tierras degradadas, se planea establecer al menos cinco polos agroindustriales dedicados al cultivo de macaúba en 200,000 hectáreas de bosques en los estados de Bahía y Minas Gerais, según explicó De Mendonça en declaraciones a EFE.
La macaúba destaca al producir siete veces más aceite por hectárea que la soja, y su capacidad para crecer en sistemas agroforestales y silvopastorales evita la competencia entre la producción de biocombustibles y la de alimentos.
El proyecto tiene como objetivo aprovechar la macaúba en su totalidad, desde la semilla hasta la pulpa, utilizada en la producción de alimentos y cosméticos.
De Mendonça destacó que el combustible de aviación sostenible (SAF) fabricado con aceite de macaúba «puede sustituir totalmente al gasóleo fósil», y el desarrollo en Brasil puede contribuir a la cooperación con otros países.
”Acelen Renowables y sus socios esperan con interés la posibilidad de ampliar la cooperación internacional y desarrollar nuevas asociaciones entre empresas, universidades y gobiernos”, principalmente con otros países de América Latina, completó.
Fuente: Gestión